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El rey de Butrón cayó mientras huía por el aeropuerto de Fiumicino

El rey de Butrón cayó mientras huía por el aeropuerto de Fiumicino

Como un perro de ataque, Álex di Francesco Ovejero, un español de 35 años que usa la forma italiana de su nombre Alessandro, levantaba el hocico cada vez que sentía que lo observaban. Tan sospechoso como cualquiera desde que salió de una prisión alemana hace dos años por participar en robos, el principal experto en apertura de cajas fuertes de España ha estado escondido. Así lo creen las fuerzas de seguridad de nuestro país, tras la muerte de Niño Sáez (asesinado en mayo de 2017 por narcotraficantes en la Puerta del Ángel) y Ángel Suárez Flores «Casper» a causa de un cáncer y tras cumplir su condena. durante un siglo.

Di Francesco, un narcisista clásico, estaba bastante confundido. Tanto es así que cuando finalmente lo encontraron, el viernes 11 de octubre, el enlace transalpino con los agentes del Grupo II de nuestra Unidad de Fugitivos de la Policía transmitió: «No se parece a él, su apariencia ha cambiado mucho». .» Sin la colección de tatuajes que estropean su cuerpo alguna vez atlético, que rara vez provoca una sonrisa. Entre otros rasgos de su terrible carácter, este criminal se distingue por su mal carácter y sus dientes torcidos.

La búsqueda de este butronero, criado en una familia de Chamartín (es hijo del exdiputado italiano Stefano di Francesco y de un abogado madrileño) pero inmerso en un proceso judicial por su pasado y presente mafioso, llegaba a la mitad pasadas las seis de la tarde. por la tarde. El lugar no era otro que Fiumicino, la ciudad vecina de Roma donde se encuentra el Aeropuerto Leonardo da Vinci. Acababa de salir de un bar, estaba solo al volante de su bonito coche y, por la zona en la que se encontraba, se suponía que pretendía huir rápidamente del país. Por supuesto que era indocumentado. Hasta su detención en Alemania vivía en un piso en San Sebastián de los Reyes, junto al centro comercial Allegra, que alquilaba a un tercero.

La orden de detención europea se obtuvo el lunes gracias a la gestión de Fugitivos. En agosto ya habían conseguido localizar a uno de sus secuaces, Carlos La Mola Navarro, un madrileño de 36 años que también llevaba más de una década robando en joyerías, restaurantes, agencias, inmobiliarias y otros. . . en toda España. También se escondió en Italia. Di Francesco recibió diez solicitudes de diversos juzgados, como los de Murcia, Málaga y Madrid, tanto para comparecer como para buscarlo, apresarlo y encarcelarlo. Actualmente se enfrenta a una dura pena de seis años de prisión por robo con fuerza, que ahora cumplirá, afirman fuentes del expediente.

Dos casas en Roma

Tras su liberación de Alemania, el italiano, como se le conoce en el mundo, ha sido objeto de repetidas investigaciones policiales en su otro país (tiene doble ciudadanía). En Fugitivos comenzaron a controlar su entorno familiar, el movimiento de su dinero y las casas donde podía esconderse. Así, se identificaron dos domicilios en Roma donde fue sometido a una discreta vigilancia. Hasta que lo trajeron en el último momento. Ahora está a la espera de una cierta extradición desde una prisión de Roma, donde vive actualmente, a España, país donde afrontará responsabilidades tras las rejas.

Fue detenido el 11 de octubre en Fuimuccino, cerca del aeropuerto de Roma: utilizó una identidad falsa y cambió su apariencia

Antes que Di Francesco y La Molla, el tercer líder de esta organización criminal fue detenido en Melun (Francia) hace un año, tal y como informó entonces el diario. Se trata de Omar Nasr Guerrero, con quien durante su última serie de atracos en España se llevó al menos un millón de euros en diversos botines. Omar vivía en Mijas (Málaga) y era muy conocido entre los italianos en las gradas de los clubes de la Costa del Sol. Tenía 13 recursos judiciales y una orden europea de detención y liberación por diversos motivos. De ascendencia norteafricana, se dedicó principalmente a planear golpes de Estado, visitando previamente los establecimientos atacados, incluso vestido de técnico.

En aquel momento, en 2017, se dedicaban principalmente al robo de terminales móviles de alta gama. Pero también se llevaron 100.000 euros en efectivo de la caja fuerte de una agencia inmobiliaria. No hay nada que pueda resistirse al oxicorte o lanza térmica de Di Francesco, quien es un maestro en este tipo de movimientos.

Flecha al portero

Pero Omar también fue acusado de un intento de asesinato en una discoteca de Marbella: ocurrió en 2012 cuando iba en un coche con unos amigos y querían dar una lección a los de seguridad que no les dejaban entrar a la discoteca. Les disparó con un arma con silenciador.

En la primavera de 2017, la sede de la UDEV los arrestó, pero salieron a la calle. Alex permanecerá en la cárcel el tiempo necesario para vender su todoterreno Mercedes y pagar la fianza con los 50.000 euros. Poco después dejó su ADN en el atentado a un restaurante gaditano, El Faro, del que tuvieron que huir al ser sorprendidos por varios trabajadores que acudían a trabajar mientras él trabajaba con la lanza térmica en mano. .

Luego el italiano empezó a viajar frecuentemente a Alemania y Bélgica, siempre con su pasaporte italiano. A mediados de 2019 cometió dos robos en joyerías. Uno en Frankfurt y otro en julio del mismo año en un establecimiento similar. En el primero también dejó su ADN y los alemanes pidieron la ayuda de nuestra policía, que les alertó de un viaje preparatorio de Di Francesco a Berlín, donde permaneció una semana. Sus idas y venidas en Centroeuropa se debieron a sus contactos para preparar los golpes de Estado, ya que en España estaba ya muy agotado.

Finalmente fue detenido cuando hizo estallar la caja fuerte con 45.000 euros en un hotel de Colonia junto a Omar Nasr, que regresó a Marbella, se escapó y acabó detenido en Francia, como decíamos hasta hace doce meses. Pero Di Francesco fue condenado a tres años y medio por la joyería de Frankfurt y a más de un año por el hotel.

Por Otilia Adame Luevano

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